miércoles, 15 de octubre de 2008

Confesión.



Necesito nuevas ideas...Dejé de observar el mundo...Ahora solo pasa frente a mi, como esos fondos de peliculas de vaqueros viejas.
Es uno de esos momentos en los cuales uno (o sea yo, y supongo que a muchos les pasa en sus respectivas cosas) siente el cerebro a dentro de un tupper. Pero no un tupper cualquiera. Uno etiquetado con fecha de antaño, y metido en un congelador.

Lo que pasa..o más bien el problema es que, después de algunos meses, cuando uno busca algo que cocinar en una de esas noches de resaca en las cuales uno se pone creativo (gastronomicamente hablando), encuentra eso. Posiblemente ya pasado, y que huele a tooooooodo lo que estuvo guardado en el congelador, o no. Después de mirarlo por un rato, meter la nariz tratando de descifrar que carajos es eso...no hay respuesta... y lo único que uno hace, es abrir el tupper, girarlo 180º y tirar el contenido directamente a la basura...Sin mirar, sin pensar...

Creo que necesito que mi cerebro esté en el tacho de nuevo.
B.A.I.

No hay comentarios: